Es una técnica que asiste el movimiento fisiológico normal y ayuda a corregir el movimiento anormal de nuestras vísceras, utilizando fuerzas muy suaves y muy precisas, para estimular la capacidad autocurativa que está presente en nuestro cuerpo.
Con la terapia visceral, se puede apoyar el movimiento inherente necesario para el correcto funcionamiento de cada órgano individualmente, así como, la movilidad entre distintos órganos, y entre órganos y el resto de estructuras corporales.